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Gastos fijos y variables

Conclusiones

  • Los gastos fijos son aquellos que, aunque fluctúen, son esenciales para nuestra vida diaria, como la despensa y los servicios de agua o luz.
  • Los gastos variables son aquellos cuyo monto puede variar considerablemente en cada periodo que los cubre.
  • Cuando se busca ahorrar y optimizar el presupuesto, los gastos variables se pueden ajustar o eliminar temporalmente sin afectar significativamente la calidad de vida, generalmente están relacionados con entretenimiento y placeres.
Actualizado el: marzo 30, 2025

Uno de los pasos más importantes para organizar las finanzas personales es clasificar nuestros gastos.

¿Es la luz un gasto fijo o variable? ¿Y la despensa? No todos los meses gasto lo mismo… Estas son confusiones más comunes de lo que pensamos y pueden complicar la creación de un presupuesto efectivo.

Aquí te ayudaremos a separar los gastos fijos y variables para que sea más sencillo crear tu presupuesto y visualizar nuevas oportunidades de ahorro.

¿Qué son los gastos fijos?

Los gastos fijos son aquellos desembolsos que realizamos de manera periódica y cuyo monto permanece prácticamente igual en cada ocasión. Se caracterizan principalmente por su predictibilidad y regularidad, lo que nos permite planificarlos con anticipación.

En general, son compromisos financieros que difícilmente se pueden eludir, ya que suelen estar vinculados a necesidades básicas u obligaciones contractuales.

Aunque estos gastos suelen ocupar una parte importante del presupuesto, tienen la ventaja de ser predecibles, lo que facilita la elaboración de un presupuesto personal efectivo.

Los gastos fijos son la columna vertebral de tu presupuesto porque te permiten saber exactamente cuánto dinero necesitas cada mes para mantener tu estilo de vida actual. Conocerlos a fondo es el primer paso para una adecuada planificación financiera.

    Lista de gastos fijos

  • Renta o hipoteca

  • Colegiaturas y gastos escolares

  • Seguros de vida, auto y similares

  • Membresías y suscripciones con costo fijo como gimnasio o servicios de streaming

  • Cuotas de préstamos personales

  • Planes de telefonía e internet con tarifa fija

¿Qué son los gastos variables?

Los gastos variables, a diferencia de los fijos, son aquellos cuyo monto y frecuencia pueden variar considerablemente de un periodo a otro.

Estos gastos están más sujetos a nuestras decisiones cotidianas, hábitos de consumo y circunstancias particulares como la duración de un producto o servicio.

Se caracterizan por su flexibilidad y, en muchos casos, por ser los primeros en ajustarse al enfrentar una situación financiera difícil, ya que ofrecen mayor margen de maniobra.

Y es que no puedes decidir pagar menos en renta este mes, pero sí puedes disminuir el costo del recibo de luz. También puedes limitar las salidas a restaurantes o aplazar ciertas compras, pero no dejar de pagar las cuotas de un préstamo sin enfrentar consecuencias financieras graves.

    Lista de gastos variables

  • La despensa

  • Servicios públicos como luz, agua y gas

  • Gastos en transporte y gasolina

  • Entretenimiento y ocio

  • Cuidados personales y salud

  • Regalos y celebraciones

Pero algunos de estos gastos sí que son esenciales para el día a día, como por ejemplo la electricidad, el servicio de agua o hacer las compras de la despensa.

Es por eso que estos gastos se clasifican en dos subcategorías:

    Tipos de gastos variables

  • Gastos variables necesarios: aquellos que, aunque fluctúan, son esenciales para nuestra vida diaria (alimentos, medicinas, transporte al trabajo).

  • Gastos variables discrecionales: los que podemos ajustar o eliminar temporalmente sin afectar significativamente nuestra calidad de vida (entretenimiento, viajes y placer).

Es posible establecer un promedio de ciertos gastos variables necesarios a fin de tener una estimación de cuánto dinero se pagará por estos.

Además, según expertos en finanzas personales, una estrategia efectiva consiste en asignar un monto máximo mensual para cada categoría de gastos variables y monitorearla regularmente para evitar excederse, especialmente para los gastos variables discrecionales.

El control de los gastos variables es clave para lograr una buena salud financiera y alcanzar metas de ahorro a largo plazo.

Herramientas de planificación financiera como el Planificador de Presupuesto Personal y Familiar de la CONDUSEF pueden ser muy útiles para este propósito.

Ejemplos de gastos fijos

Como mencionamos, los gastos fijos son aquellos que se mantienen constantes mes con mes, permitiendo planificar con antelación cuánto dinero necesitarás destinar a los mismos. Saber identificarlos correctamente es fundamental para un presupuesto efectivo. Aquí tienes los principales ejemplos:

Colegiaturas y gastos escolares

Las cuotas escolares son gastos fijos porque generalmente se pagan en montos iguales cada mes o periodo escolar. Incluyen inscripciones anuales y colegiaturas mensuales.

El material escolar recurrente no puede entrar entre los gastos fijos escolares, pero puede resultar sencillo establecer un estimado de los mismos.

Préstamos bancarios

Los pagos de créditos personales, automotrices o tarjetas de crédito y similares (cuando pagas el mínimo) son gastos fijos porque se establecen cantidades específicas a pagar en fechas determinadas.

Seguros

Las pólizas de seguros (vida, auto, hogar, gastos médicos mayores y similares) se consideran gastos fijos porque, aunque algunas se pagan anualmente, la cantidad no varía, por lo que puedes calcular su costo mensual para tu presupuesto.

Servicios de suscripción

Las membresías a gimnasios, plataformas de streaming, revistas o servicios digitales son gastos fijos porque mantienen la misma tarifa mensual.

Si aumentan, simplemente llevas a cabo el cambio en tu presupuesto o cancelas la suscripción y buscas algo similar para reemplazarlo.

Renta o hipoteca

Este suele ser el gasto fijo más importante para muchas familias mexicanas. Se clasifica como fijo porque la cantidad a pagar no varía mensualmente (excepto los raros casos de crédito hipotecario con tasa variable).

En México, aproximadamente el 30% del ingreso familiar se destina al pago de vivienda, ya sea renta o hipoteca, según datos de la CONDUSEF. De hecho, la deuda hipotecaria es la más importante en los hogares de México, según la más reciente ENFIH (Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares) realizada por el INEGI:

La deuda hipotecaria comprende las viviendas principales y otras propiedades, mientras que la no hipotecaria trata de los préstamos personales, de nómina, tarjetas de crédito y similares.

Planes de telefonía celular

Cuando tienes un plan con renta mensual fija (no prepagado), se clasifica como gasto fijo, ya que pagas la misma cantidad, independientemente del uso que le des.

Ahorro programado

¡Sorpresa! El ahorro también puede ser un gasto fijo si te lo tomas en serio.

Los expertos recomiendan separar al menos el 10% de tus ingresos para ahorro antes de cualquier otro gasto, convirtiéndolo no solo en un gasto fijo, sino que además es prioritario.

Si quieres conocer más consejos para ahorrar, lee nuestra guía especializada de consejos cotidianos.

Impuestos prediales o tenencias

Aunque se pagan anualmente, estos impuestos pueden prorratearse mensualmente en tu presupuesto familiar para considerarlos como gastos fijos.

No todos los años será la misma cantidad, pero al menos podrás conocer el gasto fijo durante un largo periodo de tiempo.

En resumen, lo más importante al identificar estos gastos es que tengas claro que representan compromisos financieros que debes cubrir sí o sí cada mes. Esto te ayudará a planificarte mejor y evitar sorpresas desagradables.

Ejemplos de gastos variables

Los gastos variables son aquellos que fluctúan mes a mes dependiendo del consumo, hábitos o necesidades cambiantes. Aunque no se conoce la cantidad de antemano, la ventaja de estos gastos es que puedes ajustarlos según tu situación financiera. Aquí los principales ejemplos:

Alimentación y despensa

Este gasto varía según tus hábitos alimenticios, el número de comidas que prepares en casa, promociones, vegetales y frutas de temporada o incluso el tamaño y rendimiento del mismo producto comprado anteriormente.

Se clasifica como variable porque puedes gastar más o menos según decisiones como comprar productos de temporada, aprovechar ofertas o reducir compras de alimentos procesados.

Para la mayoría de los mexicanos, este es el gasto más significativo y el que representa mayor parte de su poder adquisitivo.

Servicios públicos (luz, agua, gas)

Aunque son recurrentes, los montos cambian según tu consumo. El recibo de luz puede variar drásticamente de un mes a otro, especialmente con el uso de aire acondicionado o las luces encendidas.

En México, el consumo de energía eléctrica puede aumentar hasta un 30% durante temporadas de calor extremo debido al uso de sistemas de ventilación y enfriamiento, lo que puede afectar significativamente el bolsillo.

Transporte y combustible

Si tienes auto, el gasto en combustible varía según las distancias que recorras, el tráfico, los lugares que visites e incluso ciertos elementos relacionados con el mantenimiento.

También se incluyen aquí los gastos ocasionales, sorpresivos o no, como mantenimiento, verificaciones o reparaciones.

Entretenimiento y ocio

Salidas al cine, restaurantes, eventos deportivos o culturales son gastos variables por excelencia, ya que dependen completamente de tus decisiones y pueden ajustarse según tu disponibilidad financiera.

Para muchos, son los principales gastos hormiga que enfrentarán al armar su presupuesto.

Ropa y calzado

Estas compras no siguen un patrón mensual fijo. Puedes pasar meses sin comprar ropa y luego realizar varias compras en un solo mes, por lo que es un gasto típicamente variable.

Atención médica no programada

Consultas médicas inesperadas, medicamentos para enfermedades eventuales o tratamientos no cubiertos por seguros son gastos variables, pues no puedes predecir cuándo ocurrirán ni su monto exacto.

Regalos y celebraciones

Los gastos en cumpleaños, aniversarios o festividades como Navidad varían según la época del año y la magnitud con que decidas celebrarlos.

Mantenimiento del hogar

Reparaciones, compra de artículos de limpieza o reemplazos de electrodomésticos son gastos que no tienen una periodicidad fija y que es importante poder cubrirlos con cierta rapidez.

Viajes y vacaciones

Son gastos variables significativos que pueden impactar fuertemente tu presupuesto personal cuando ocurren, pero no son mensuales. Si bien pueden planificarse y, en muchos casos, pagarse en cuotas, puedes prescindir de ellos perfectamente.

La clave con los gastos variables es monitorearlos de cerca. Un truco efectivo es asignarles límites mensuales en tu presupuesto, basándote en tu historial o un promedio de lo gastado en ellos previamente.

¿Cómo incluir los gastos en el presupuesto?

Para los mexicanos, el llevar sus gastos siempre ha sido reto llevar las finanzas. Así lo asevera la más reciente ENSAFI (Encuesta Nacional sobre Salud Financiera) realizada por el INEGI.

Lo más destacado es que solo 32.8% de los mexicanos cumple con el registro de sus gastos.

Es por eso que debes saber que incluir correctamente los gastos en un presupuesto es como armar un rompecabezas financiero donde cada pieza debe encajar perfectamente. Lo primero que debes hacer es diferenciar claramente entre gastos fijos y variables para asignarles el espacio que merecen.

Para los gastos fijos, lo recomendable es listarlos todos al inicio de tu presupuesto y asignarles la cantidad exacta que representan.

En Financera.MX analizamos las finanzas del equipo y leímos diversos estudios de fuentes oficiales y educativas, lo que nos lleva a concluir que representan el 50% y 60% de los ingresos mensuales de una familia mexicana promedio, por lo que deben ser la prioridad en la planeación.

Para los gastos variables, la estrategia es diferente. Como su monto cambia constantemente, lo ideal es revisar los últimos pagos de estos gastos y calcular un promedio. Esto te dará una base realista para asignar un límite máximo a cada categoría de gasto variable.

Un truco práctico es utilizar la regla 50/30/20: destina 50% de tus ingresos a necesidades (mayoría de gastos fijos), 30% a deseos (mayoría de gastos variables) y 20% al ahorro (que ahora pasará a ser un “gasto” fijo. Esta proporción podría ayudarte a mantener un balance saludable en tus finanzas personales.

Necesidades (mayormente gastos fijos)Deseos (ocio, entretenimiento, gustos y otros gastos variables)Ahorro
50%30%20%

Por supuesto, este es un modelo aproximado, no todos los meses será perfecto, pero es un escenario ideal que podrías perseguir.

Es fundamental incluir también un “colchón” para imprevistos dentro de tu presupuesto. Los expertos recomiendan apartar al menos 5% de tus ingresos mensuales para gastos inesperados, creando así un mini fondo de emergencia que evitará desbalances en tu presupuesto cuando surjan situaciones no planeadas.

Este puede venir de tu 20% de ahorro fijo si sigues el ejemplo anterior, aunque aplica a cualquier tipo de ahorro que tengas.

De hecho, si estás pensando en invertir en México, el dinero que destinarás a la Bolsa o a otros activos como las criptomonedas, también debería ser presupuestado e incluido en un fondo aparte, tal y como los ahorros para tu retiro.

Práctica la clasificación de tus gastos fijos y variables

Dominar la correcta clasificación de tus gastos es una habilidad que se desarrolla con la práctica constante.

Un ejercicio efectivo es tomar tus estados de cuenta de los últimos meses y categorizar cada transacción, identificando patrones que te ayuden a reconocer qué es realmente fijo y qué es variable.

La clave del éxito está en ser honesto contigo mismo al clasificar. Muchos gastos que consideramos “necesarios” son realmente variables y prescindibles, por lo que pueden ser reducidos o eliminados en caso de que tus finanzas no vayan según lo esperado.

Y recuerda que no solo puedes rastrear tus gastos, sino también tus ahorros, pues así podrás ver cómo le va realmente a ese dinero que ya no gastas en cosas innecesarias.

Usa la calculadora de ahorro de Financera.MX para conocer el alcance de tu ahorro sostenido en el tiempo gracias al ajuste de tus gastos fijos y variables.

Preguntas frecuentes

¿Qué son los gastos fijos?

Los gastos fijos son aquellos que se mantienen constantes en monto y periodicidad, independientemente de tu nivel de consumo o actividad. Representan aproximadamente el 50-60% del presupuesto familiar promedio en México y debes pagarlos regularmente (mensual, trimestral o anual). Estos gastos son predecibles y te permiten planificar tu economía con mayor certeza. Ejemplos comunes incluyen la renta, hipoteca, colegiaturas y seguros.

¿Qué son los gastos variables?

Los gastos variables son aquellos cuyo monto cambia constantemente según tus decisiones, hábitos de consumo o circunstancias. Estos gastos suelen representar el 30-40% del presupuesto familiar mexicano y ofrecen mayor flexibilidad para ajustes cuando necesitas recortar tu presupuesto. Fluctúan mes a mes y son más difíciles de predecir con exactitud. La ventaja es que puedes controlarlos más fácilmente cuando necesitas ahorrar.

¿Cuáles son los gastos fijos?

Los principales gastos fijos incluyen: renta o hipoteca, seguros (de vida, médico, auto), colegiaturas, préstamos bancarios, planes de telefonía e internet, suscripciones (streaming, gimnasio), mantenimiento de vivienda y cuotas condominales. En México, el pago de vivienda representa aproximadamente el 30% del ingreso familiar, siendo el gasto fijo más importante. También se consideran fijos los impuestos prediales y tenencias, aunque se paguen anualmente.

¿Cuáles son los gastos variables?

Los gastos variables más comunes incluyen: alimentación y supermercado, servicios públicos (luz, agua, gas), transporte y gasolina, entretenimiento, ropa, atención médica no programada y gastos en restaurantes. El gasto en alimentos representa cerca del 25% del presupuesto variable de las familias mexicanas. También se consideran variables los gastos estacionales como vacaciones, celebraciones, mantenimiento del hogar no recurrente y compras esporádicas.

¿Cuál es la diferencia entre gastos fijos y variables?

La principal diferencia radica en su predictibilidad y control. Los gastos fijos son constantes, obligatorios y fáciles de prever, mientras que los variables fluctúan y ofrecen mayor flexibilidad para ajustes. Según estudios financieros, los mexicanos pueden reducir hasta un 15-20% sus gastos variables en situaciones de emergencia, pero apenas un 5-10% de los fijos. Los gastos fijos suelen estar ligados a contratos o compromisos, mientras los variables dependen más de decisiones cotidianas.

¿Cuánto deben ser los gastos fijos?

Los especialistas financieros recomiendan que tus gastos fijos no superen el 50-60% de tus ingresos netos mensuales. En México, las familias con mejor salud financiera mantienen sus gastos fijos por debajo del 50% de sus ingresos. Esta proporción te permite mantener flexibilidad para enfrentar imprevistos y dedicar recursos al ahorro. Cuando los gastos fijos superan el 70% de tus ingresos, aumenta significativamente tu vulnerabilidad financiera ante cualquier emergencia.

¿Cuáles son los gastos fijos de una casa?

Los gastos fijos de una casa típicamente incluyen: la renta o hipoteca, predial, cuotas de mantenimiento o condominio, seguros de vivienda, servicios de internet y telefonía fija, seguridad y sistemas de alarma, y en algunos casos, servicios de TV por cable con tarifa fija. En México, el pago de vivienda representa aproximadamente el 30% del ingreso familiar mensual, siendo el mayor gasto fijo. Algunos servicios como gas estacionario con consumo regular también pueden considerarse fijos si mantienes un consumo estable.

¿Es la factura de la luz un gasto variable?

Sí, la factura de luz se clasifica principalmente como un gasto variable porque su monto cambia según el consumo realizado. En México, el consumo eléctrico puede variar hasta un 30% entre temporadas, aumentando considerablemente en verano con el uso de aires acondicionados o en invierno con calefactores. Sin embargo, algunas personas con consumo muy regular podrían considerarlo “semi-fijo” para efectos de planificación presupuestaria, especialmente quienes están en tarifas promediadas.

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Ricardo es el Country Manager de Financera.MX. Es un escritor con 8 años de experiencia, 2 de ellos dedicados al área de finanzas. Ha escrito y revisado más de 300 artículos financieros, los cuales han sido leídos por 1 millón de mexicanos y personas de habla hispana. También es un trader de forex con 5 años de experiencia en la teoría de los "bloques de órdenes".

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